Pasión adolescente, sueños y conquistar el mundo
El rumbo de la música peruana tomó un rumbo muy claro cuando Dafne Castañeda apareció robustamente con “Si alguien pregunta”, una canción que dibujaba aquellos ritmos folks sobre explorados sabiamente en una camilla de electrónica y ruido blanco. “Posguerra”, uno de los discos más aclamados por la prensa peruana, fue la sorpresa del 2020, dando algo de sentido a la dura pandemia que se vivía en ese entonces.
Pero, Dafne Castañeda no apareció de un momento a otros, pues los pasos de la cantautora ya venían siendo dibujados desde el 2018, cuando luego de disolver Fábula, empieza su carrera como solista, publicando su primer EP “Una banda que no se formó”, el cual, ya traía aquellos matices folks que más adelante sobrexplotaría.
“Una banda que no se formó” retrata aquel sentimiento valiente de enfrentarse al mundo por los sueños propios, reflejando en cada línea el pesar que como sociedad cargamos en aquellos que deciden buscar la felicidad en sus ideales. Si bien el disco fue lanzado en 2018, tres años después, Dafne aún conserva aquella lucha por reflejar los cuestionamientos constantes en la vida, sus propósitos y metas que a lo largo de su vida se propuso.
“Una banda que no se formó es un “diario” de cuestionamiento hacia uno mismo. Fue también un buen pretexto para haberme lanzado como solista. Reúne 5 canciones, cada una es independiente y tienen cargas temáticas distintas. Mi voz en el disco tiene una carga de ansiedad delatadora, y cada vez que la escucho, puedo revivirme en ese tiempo, de viajes entre la selva central y la capital, y el caos de ese entonces. Se convirtió en la mejor antesala para Posguerra”
COMENTA LA ARTISTA SOBRE SU EP.
En cuanto a lo sonoro, el EP tiene sonoridades folk rock y fusión, sin embargo, por su ejecución podría encajarse como Lo-Fi. Pues, este nace bajo una de las expresiones más honestas de la artista, teniendo una sensación de vacío, o incompleto por la falta de instrumentos.
Fue producido por Ricardo Lazarte en MDL Studio. La composición y grabación fue realizada por Dafne Castañeda mientras vivía en Pichanaki, en la Selva Central del país.