Fui a un concierto de Flix y ¡ya quiero verlos de nuevo!

Flix

La banda quiteña estrenó su primer concierto en vivo desde el inicio de la pandemia. Fuimos y así lo vivimos.

Nueve canciones y 35 minutos. Ese fue el tiempo de Flix Pussy Cola en su concierto en línea el pasado 31 de octubre. Un evento lleno de emociones encontradas, donde, a pesar de su corta duración, se pudo tener un ligero sentimiento de recuerdo de los conciertos pre-pandemia, de esas noches que todos extrañamos.

Con un escenario acorde a Halloween, las luces tenían un tono sombrío pero animado. El concierto comenzó con ‘Amanecí Psicoseado’ la primera canción de su primer EP lanzado en el 2018, ‘Rock N Lola’ , que marcó un ambiente de expectativa por el desarrollo del repertorio.

Con un internet jadeante y dulces como acompañantes, me embarqué en esta nueva experiencia de los conciertos en línea y debo decir lo siguiente:

El desempeño en la forma de tocar de los integrantes de Flix fue un gran factor para fijar el ánimo que se vivió en el concierto. Pude ver la dinámica jocosa que la banda suele llevar en los conciertos presenciales, lo cual aportó tanto melancolía como el sentimiento de estar inmerso y sentirte incluida en el concierto.

Gabriel en el concierto de octubre. Frame del en vivo.

Canción tras canción el ánimo subía pero al llegar al final el desconcierto fue general, la verdad es que a consideración personal, el tiempo del show fue muy corto, pero, hablando con Gabriel Patiño, guitarrista de  la banda, comenta que la única canción que no tocaron fue ‘La Canción del Wah’. Entonces, esto nos deja con un concierto en el cual los músicos estuvieron entregados a su acto y como un  plus, tres canciones nuevas.

Después de la segunda canción, ‘Crónicas del Mueble’, una voz termina con “we are Flix” y seguido a eso, comenzó una de las canciones nuevas, ‘Sopa’, que tiene un comienzo fuerte, con una tonalidad aguda en la voz de Lucas Ortiz; una canción rápida en la cual se destacan los bajos y la bien lograda combinación de los instrumentos y ritmos. En esta  canción se relata la historia que da origen al nombre de la banda, en la cual un perro le lanza una lata a un gato, personajes principales del libro homónimo  de Tomi Ungerer, Flix. El verso que más resalta de la canción es: “Gato cabrón, ya lárgate. O la siguiente no vas a querer volver. ¿Qué vas a hacer, cuando te vea y tu cola me cuelgue como cadena?”

Portada de FLIX, libro de Tomi Ungerer.

Seguido se escucharon dos de las canciones más conocidas de la banda quiteña: El Hombre Araña y Yoya, melodías que contribuyeron al espíritu de emoción que con el pasar de cada canción, ganaba más lugar a través de cada pantalla. ‘El Hombre Araña‘, en específico, es una canción descrita por los integrantes de la banda como el “Snyder cut” de Flix, que, por cuestiones de copyright no está en el EP, pero es de las canciones que más se coreaban en los conciertos presenciales.

Otra de las canciones nuevas fue ‘Ivy’,  “como Poison Ivy” dicen los integrantes entre risas, mientras se preparan para entonar. ‘Ivy’ tiene un comienzo  más inocente que ‘Sopa’, pero no menos fuerte. Esta fue la canción favorita de Joaquín Andino (guitarrista de la banda) dentro del concierto. Me comenta: “Me gusta porque es una canción en la que no toco tanto y puedo prestar atención a la banda. Es como ir a un concierto de Flix estando tocando, cacho… pero me gusta tocar ‘Ivy’ porque es como estar en primera fila” Es una canción más bailable y ligera, introduciendo a un sampler para innovar los sonidos de la banda.

Lucas en lo nuevo de Flix. Frame del en vivo.

Le siguió la canción predilecta de Flix, ‘Jocobo’, para introducir a la tercera nueva creación de la banda, ‘Misil’, una canción que, según Joaquín, se diferencia de las antiguas de la banda por el proceso compositivo, “con ‘Misil cambiamos el proceso creativo de hacer canciones por suerte, para de verdad intentar expresar algo”.

El concierto, cuyo propósito era recaudar fondos para la producción del disco y la revelación de tres grandes canciones, terminó con ‘Lola’, una canción que provoca el baile y que además se creó el mismo día en el que Joaquín se  unió a Flix, con tres acordes punkeros recomendados por Gabriel, que terminaron en la unión de los integrantes y en el comienzo de la historia de esta banda de amigos y esto, es una razón comprensible para que sea la elegida para cerrar el set.

¿Qué pasó después? Gabriel cuenta que la energía del concierto fue distinta, rara para los integrantes debido a la falta del público, “estás ahí y te están viendo, pero tú no les ves, entonces estás full solo y extrañamos la energía de los conciertos”, dice. Después, todos permanecieron revisando historias de Instagram para al final despedirse.

El concierto terminó y tanto la banda como los espectadores quedaron con sentimientos encontrados. La felicidad de haber escuchado música en vivo estaba ahí, pero igual estuvo presente la falta de interacciones que se generan en un concierto presencial, creo que una de las cosas que el concierto me indujo, fue una melancolía tremenda de estar en un lugar pequeño, lleno de gente y gritando todos como locos. De cualquier manera, la forma en la que los artistas buscan entretener y  satisfacer al público merece destacarse y, a pesar de que nada se compara con un concierto presencial, Flix no ha sido la excepción de este esfuerzo.