Chloé canta desde los tres años, a base de musicales que veía a esa edad, “me aprendí todo ‘Cats’”, recuerda, con una risa que contagia al instante en la llamada por WhatsApp. Vive en Cuenca, pero todavía guarda ese acento guayaco que se mezcla con 22 años de una historia que la llevó por Francia, Estados Unidos y Uruguay. Hace menos de una semana lanzó ‘Bad Coop’, su primer sencillo en Spotify, que la apunta como la próxima gran promesa en la música ecuatoriana.
Hablamos con ella en una llamada de cuarentena, entre chismes de Twin Peaks, canciones grabadas con un iPhone y el disco que, si pasa esta pausa mundial, saldrá este año.
Del soul en Uruguay al SoundCloud en Ecuador
Se llama Chloé Silva Fougères, conocida por ser un secreto de SoundCloud, donde guarda 25 pistas, de las cuales muy pocas verán próximamente Spotify. La cantante tiene un pasado en forma de cordillera, a los tres años se fue a vivir a Estados Unidos (más bien: la llevaron), donde permaneció nueve años y sirve como explicación de su repertorio en inglés, a los 12 años se fue a Francia porque guarda ascendencia del país europeo, un año después volvió a Ecuador, exactamente a Guayaquil, pero a los 15 se fue de nuevo del país, esta vez a Uruguay, donde tuvo su primera experiencia musical.

En el país oriental se inició a los 15 años en Madafak, que accedía a los campos del blues y el soul, “tipo Janis Joplin”, dice Chloé, quien se ocupaba de la voz y era la menor del grupo, con personas que le doblaban la edad. La guayaquileña tomó a esta experiencia como un trago profundo de la presión dentro de una banda, en sus palabras afirma que: “es difícil estar en una banda siendo una adolescente porque hay mucha presión. Me gustaba la banda, pero yo sabía que no me iba a quedar ahí”.
Volvió a Ecuador con un bajón constante, la idea que rondaba en su cabeza era “o estás en una banda o no puedes hacer nada”, continúa con que esa duda “no le dejó hacer música por un tiempo”.
Sin embargo, a los 18 años entra a Paradox (Instituto de Tecnológico de Imagen y Sonido) y entre tantos, conoce a Mafer Zavala y Wesley Turrales, dos de las primeras personas que empezarían este bucle de nuevas presiones a Chloé; el objetivo era ahora “atreverse”. Turrales solía repetirle “haz tu música, atrévete”, lo cual generó en Silva el “dejar de dudar tanto de sí misma”.
Y así empezó a ocupar su SoundCloud.
Chao Garaje Band, hola José Rosero y Gustavo Blacio
Todo lo que Chloé subía a SoundCloud era hecho en Garaje Band, un programa que lo encuentras en la appstore o en playstore para componer canciones. “La calidad es horrible”, admite Silva, por eso se juntó a José Rosero (productor) y Gustavo Blacio (masterización) para armar de a poco el EP, que, junto a bad coop lo han hecho a distancia, vía Cuenca-Guayaquil.
El hecho de las canciones en inglés se motiva en que cantar en español para Chloé no es lo que espera, “cada vez que canto en español siento que me escucho como Ricardo Arjona”, añade mientras se hecha un trío de carcajadas. Las canciones que han rondado para el futuro EP, incluyendo bad coop, las grabó con el celular, “grabar en estudio me pone nerviosa”, dice, sin desprestigiar el inmenso valor que va a tener el disco, el cual se llamará, por el momento, ‘too bad’.
Sin Twin Peaks no hay ‘bad coop‘
La serie policiaca creada por David Lynch y Mark Frost fue suficiente para que Chloé cree bad coop, que etimológicamente se explica como una referencia a Dale Cooper, quien fue inspiración, junto a Audrey Home, para que Silva conceptualice su canción al estilo de un diálogo entre dos personas con un tono trémulo y sensual.
En una parte de los créditos, en un capítulo específico de la serie, Dale Cooper aparece como bad coop.

“La escribí en un día o dos porque estaba en la época donde si podía escribir canciones. Quería hacer una letra dinámica. Quería hacerla parte por parte, nada lineal. Querer hacer un dialogo”, añade que todo tiene su influencia bien marcada, “la verdad las canciones son muy Fiona Apple, trate de mezclar todas mis influencias y hacer algo con eso”.


Además de la canción, la estética visual de la portada se inspira en dos cosas: un periódico de los setentas donde sale el abuelo de Chloé (la foto) y elementos de la serie, como tacones, fuego y el toque del vino por parte de Silva. Todo esto ilustrado por Carlos Loor (@solracrool).
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La cantante aspira pronto, después de la cuarentena, ingresar a la universidad, como un objetivo por explicar lo que todavía no responde con su música, “mucha gente lo ve como ‘si sé teoría, sé componer’. Cuando me di cuenta que no debes saber los nombres de algo si sabes que suena bien. Me encantaría poder saber todo lo que estoy haciendo y por eso quiero estudiar eso, pero no siento que es tan necesario”, sentencia, agregando que el día del lanzamiento lloró 10 veces -o más- por la respuesta que la gente le dio al sencillo.
Lo que vendrá después, si seguimos vivos, es ver su EP y a Chloé cumpliendo su sueño, que según ella, se encuentra en Francia, en unos años más.