Fran Straube: “Por eso nace Rubio, de mi mundo imaginario”

Rubio

Rubio es un proyecto chileno que nace en el 2015. Mezcla sonidos de electrónica, pop, hip-hop y tintes de música étnica.

El pasado 28 de enero, Rubio tuvo su primer concierto en Quito en 1865 Museo del Rock. Unas horas antes tuvimos la oportunidad de conversar con ella con el fin de conocer más acerca de este proyecto que brinda un aire diferente en la música actual.

Fran Straube, música chilena, vive en Santiago y siempre estuvo inmersa en la música desde que aprendió a tocar la batería a los once años. Después, estudió composición y aprendió a cantar siendo autodidacta. A pesar de haber estado en otros proyectos, ahora se dedica solamente a Rubio, proyecto que, según sus palabras “le toca muy en lo personal”.

Yoko es una de las canciones de Rubio. Fotos: Adrián Gusqui.

En Chile, Fran es reconocida por su trabajo como productora, baterista y front-woman. Fran nos recibió en un airbnb junto a su equipo; dentro del lugar cada persona tenía su tarea, todos estaban trabajando y para no incomodar a los demás, subimos a la terraza del lugar donde comenzamos la entrevista.

La mayoría de veces, todo nombre de banda se relaciona con su estética y, sin lugar a dudas, la de Rubio genera intriga.  Cuando pregunto acerca del origen del proyecto, Fran dice: “inventé este ser albino que venía de este planeta sin registros, un lienzo en blanco que llegaba a este mundo a empaparse de todas las cosas que pasan, tanto buenas como malas, por eso creo este personaje. Las primeras cosas de Rubio, el arte, era yo hecha albino, media andrógeno y después se fue mutando y por eso nace Rubio, de mi mundo imaginario”.

Rubio lanzó en 2020 ‘IR’, su último sencillo. Fotos: Adrián Gusqui.

Un proyecto complejo, ¿podría ser descrito en una frase? Fran, entre risas, responde: Un desahogo. Y sí, lo que Fran quiere causar con sus letras y melodías es un balance entre nostalgia, soltar e introspección. En un tono serio, conversa: “Me gusta que se miren dentro, siento que la humanidad está súper desconectada. Hay harta desconexión espiritual, emocional, gente que no quiere ver sus problemas y se tapa en remedios, o vive deprimido. Están desconectados, de su luz, de su esencia. Eso me gusta interpretar en mis canciones, que el mundo interior esté ahí, que uno se sienta en paz y analice sus cosas, a veces el peor enemigo de uno es uno mismo. Quiero recordar nomás, lo esencial de la vida”.

Fran Describe su ritmo como algo entre oscuro-luminoso y cuenta que siempre que está creando sus canciones, parte  de un idioma inventado. Primero hace la melodía e inventa un idioma y de ahí le pone una letra a la canción. Ella comienza a pensar ¿de dónde vienen esos idiomas y esas melodías? A lo que se responde después de una corta meditación: “Yo creo que viene mucho la inspiración del mundo interior y también de la conexión con el universo, las plantas, los animales… la naturaleza y  el mundo imaginario son partes importantes de mi música”.

Como Fran habla  mucho del mundo imaginario, era imprescindible preguntar, ¿qué es el mundo imaginario? A lo que responde con un claro entusiasmo: “La mente es infinita, somos como una cebolla, tenemos muchas capas y pensamos mucho. Yo siempre me pregunto, si todos los humanos piensan como yo, son unos seres muy especiales, tenemos una huevada infinita por dentro y la mente, se conecta con el cuerpo y el alma, ahí está el mundo imaginario”.

Con un aspecto imaginario,  tan importante para ella, le pregunto: ¿Cuál es el tinte fundamental que deben tener las canciones de Rubio? A lo que responde: “Hay mucho de lo orgánico con lo electrónico, pero lo orgánico, como hacer sonidos con la boca, pegarle a un vasito, cualquier cosa así siempre está en la sonoridad de Rubio”. Y en muchas de sus canciones se ven tintes étnicos, pero, ¿estos son predominantes y fundamentales para Rubio? Fran dice: “No sé si son predominantes pero si me llegan muy profundamente las etnias indígenas. He ido a la selva ecuatoriana, he estado muy relacionada con chamanes peruanos, para mí la medicina natural y la indígena, me llega muy en lo personal, me ha hecho crecer mucho, le tengo mucho respeto y mucha admiración, me han hecho conectarme en otros planos, entonces para rendirle honores también, me gusta usar estos sonidos”.

Rubio presentó ese mismo día un show en Ecuador. Fotos: Adrián Gusqui.

Para concluir esta interacción con Fran, le pregunto: ¿qué le depara el destino a Rubio? Y casi sin pensarlo, dice: “Ahora viene nuevo disco, se vienen hartas canciones nuevas, un nuevo mundo, otro concepto. Me entusiasma porque vienen nuevos videos, nueva iluminación en el show, un show distinto. Vienen hartas cositas nuevas, y hartos viajes también”.

Rubio, sin lugar a dudas, es  un proyecto que, al menos en Ecuador, debe difundirse más. Sentir el entusiasmo con el que Fran describe el trabajo invertido en cada una de sus canciones es algo que puede enganchar y generar expectativa. Como ella dice “movido el 2020”.

La frase:

Para mi viajar y hacer cosas con mi música es un regalo de verdad, ya me puedo morir tranquila.

Rubio, 2020.