Sebastián me recuerda a un amigo del colegio que se llamaba igual. Él dibujaba en su cuaderno de cuadros y se sentaba al final de todas las filas. Solía dibujar hormigas y humanoides enflaquecidos. Rompía las hojas del cuaderno de borrador por la presión con la que apretaba la punta del esfero azul contra la mesa, esparciendo la tinta en sus manos y en todo el cuaderno.
El otro Sebastián, el que conozco este día, es un muchacho enflaquecido, que limpia su mano antes de saludarme, con una sonrisa blanda y prendida, algo nervioso y con los pasos al ritmo de los míos. Sonríe con la incomodidad de recibir a un desconocido que pronto caminará confianzudamente por su casa.
Se autodenominó ‘Pánico’, basado en el dios griego Pan, contándole a los preguntones que lo había hecho porque su arte puede estremecer a la gente y sacarlos del aburrimiento, en base del pánico de su presencia.

Tiene 28 años y 20 discos (la mayoría regados en su bandcamp). Me sobrepasa con casi una década. Al iniciar la entrevista me pregunta si quiero agua, le digo que sí, pero prefiere recomendarme un té de menta. Le acepto del mismo modo.
Mientras prepara el agua recuerdo qué fue lo primero que escuché de él. Claramente no fue su música. Luciana Musello fue la causante que su imagen empezara a rondar mi cabeza, debido a una publicación en Facebook. A inicios del 2018 es que empiezo a tomar en serio la existencia de Pánico, debido a Anto. Su carrera, según internet, tiene marca de inicio el 22 de agosto del 2010 con ‘Farmacia‘, su primer disco. La motivación por encontrarle ahora es aquel culto callado de su música, tímida y oculta de las redes y las grandes masas. De ese mismo modo, la forma deprisa en que todas sus letras me han hecho creer en los letristas y la aventura exitosa de los compositores. La prueba: las veces que he dedicado o he ubicado su música en personas, aventuras, días, horas e historias. Concluyendo en su gusto bien cuadrado de unir lo acústico con las raíces sudamericanas, viajando en su propia música entre el ayer y el ahora.
Regresa con el té hirviendo y sin azúcar.
Rara vez me mira a los ojos en los primeros minutos. Pierde su mirada en una pared llena de dibujos y postales. Iniciamos hablando sobre cómo es que Pánico es Pánico.

Los ojos se encontrarán luego.
Pánico: Cuando empezó era sólo yo, empezó porque empecé a grabar canciones en mi compu, me bajé el Audacity y dije ‘voy a empezar a grabar’ y de ahí salieron unos temas, que eran como temas instrumentales que nada…no pensaba ni tocarlos en vivo, sólo pensaba en subirlos al internet y ya. Seguía grabando otras cosas y para subirlo a internet necesitaba un nombre y ahí decidí ponerme ‘Panico’, abrirme unas redes sociales y empezar a compartir mis canciones, nunca esperando que vaya mucho más allá de eso, pero cada vez más gente estaba escuchando y yo seguía subiendo discos, porque me gusta mucho grabar, me gusta hacer canciones rápido, de una grabarlas y subirlas al internet.
Adrián: ¿Te desesperas por subirlas?
Pánico: Es más como pasar a otra cosa. No me gusta pasarme mucho tiempo en una canción, por eso también las canciones son tan cortas, es como: ‘tengo una idea, la hago’, y si ya me parece que está bien sólo quiero publicarla y pasar a otra cosa.
Adrián: ¿Las primeras canciones de las que hablas son parte del ‘Demos’?
Pánico: No, tengo en el bandcamp. Tengo un bandcamp en el que está todo, desde las primeras cosas que subí, que son instrumentales, sin voz, no suenan mucho a lo que hago ahora, pero fue porque nunca el proyecto estuvo planeado desde el inicio qué iba a ser. Sino básicamente son experimentos y poco a poco fue tomando forma hasta llegar a lo que es hoy, entonces cuando empezó a crecer la escena independiente en Ecuador, cuando salió La Máquina Camaleón, Da Pawn, Lolabúm, todas estas bandas, fue que hubo un resurgimiento de la escena independiente y la gente empezó a prestar más atención. En ese momento también me vi beneficiado de eso y más gente empezó a escuchar Pánico, justamente había sacado un disco llamado ‘No’ y otro que se llamó ‘PÁNICO’, más o menos al mismo tiempo. Ahí fue que un amigo me dijo: ‘¿Por qué no te pones una banda y empiezas a tocar esos temas en vivo?’ Ese amigo es el Marcelo, que tocó el bajo en Pánico mientras fuimos banda. Y fue un ‘hagámoslo’ y me puse la banda. Empezamos a tocar en vivo.
Adrián: ¿Y ya no tocas con la banda?
Pánico: No, ya no. ¿Hace cuánto tiempo será? Creo que unos tres años o más que la banda terminó.
Adrián: ¿Por qué?
Pánico: Creo que llegó hasta donde tenía que llegar. Yo ya no le veía mucho sentido seguir tocando porque estábamos sólo repitiendo los mismos temas, tocando en los mismos lugares. Se empezó a volver un poco monótono, para mí, personalmente. Para algunos de los otros integrantes de la banda también. Ya no lo estábamos disfrutando mucho y estaba siendo más como una carga, me pareció que era mejor dejarlo ahí.
Adrián: Hablemos de tus discos. ¿Con qué disco inició en serio Pánico?
Pánico: Eso fue con el disco ‘No’. Ese disco hice un video en animación, que se llama ‘No pude ir a la fiesta’ y básicamente fue ese video que ayudó a que mucha más gente escuché Pánico. Ese video lo empezaron a compartir y lo vio Radio COCOA, a raíz me hicieron una entrevista y me empezó a conocer más gente.
Adrián: ¿Cuál es el concepto de ‘No’?
Pánico: Mmm, no es algo muy pensado, creo que sólo porque llama la atención, o sea, yo hice las canciones, luego hice las letras y vi que bastante de las letras tenían negación dentro de ella, como la palabra ‘NO’, y dije: ‘voy a hacer que todas sean así para que se sienta que todo es parte del mismo disco’. O que algo las relaciona y medio las moví para que sean así.
Adrián: Amor Fati, ¿qué es?
Pánico: Es uno de los que más me gusta, de los que hecho. Ese disco…Amor Fati es una frase en latín, que significa ‘amor al destino’, que es básicamente la idea de aceptar las cosas, de aceptar tu situación en este momento, como decir ‘esto es lo que hay ahorita, esto es lo que está pasando, voy a aprovecharlo y no voy a negarlo y tratar de cerrarme ante lo que tengo aquí ahorita’. Es aceptar las cosas como son.
Adrián: ¿Cuándo las compusiste a las canciones de Amor Fati?
Pánico: La mayoría son temas viejos, que yo los tenía hace varios años antes, hay temas que escribí mientras hacía el disco y otros que ya tenían algunos años y que sólo nunca los había grabado porque no, no los sentía listos todavía.
Adrián: ¿Cuál fue el contexto de la letra de ‘El Idiota’?
Pánico: Sí, es como una canción de amor, por así decirlo; el contexto exacto de ley fue como después de alguna relación que tuve con alguien y nada, una típica canción de amor. Es una de esas canciones que ahora la escucho y es como tan cursi, pero es porque en ese momento tenía muchísimo sentido, en el momento en que las escribí. Y eso me pasa con un montón de canciones, es como que ahorita ya no tienen tanto sentido pero sí logro ver porque las escribí y logro conectar de alguna forma con la canción, es la canción que a la gente más le gustó del disco, mucha gente me ha comentado, entonces creo que algo logré hacer bien.
Adrián: Gabriel Valenzuela manda a preguntar, ‘¿cuál es tu secreto para: el sonido, la elocuencia y el lirismo psicosónico?’
Pánico: Es difícil como explicarlo desde mi punto de vista, porque es lo único que sé hacer, es decir, cuando escribo canciones salen así, mi proceso para escribir letras es básicamente…escribo, que casi no uso libretas, las escribo en la compu, en un documento de texto y como que voy teniendo una lista de ideas o frases o a veces estoy leyendo algo en un libro, algo me llama la atención y lo anoto, luego tengo un montón de frases sueltas y si quiero hacer una canción reviso las frases y veo cual puedo tomar y expandir a raíz de que estoy sintiendo en ese momento, porque es como mezclar la parte más de experiencias personales con referentes que tal vez son más literarios, porque me gusta meter referencias de las cosas que leo en las letras.
Adrián: Letras que suenan mucho a Quito…
Pánico: O sea, eso es bueno, es porque vivo aquí, he vivido aquí toda mi vida, no sabría cómo explicarlo. No es muy consciente, no creo que ninguna de mis letras habla específicamente de Quito o nombro cosas de Quito, tal vez no sé, mucha gente que habla de la melancolía como en los pueblos y las ciudades andinas que es como…tenemos una tradición de música melancólica y triste. Es música que me ha influenciado bastante, porque es música como que yo escuché bastante cuando estaba empezando a componer.
Adrián: ¿Cómo cuáles?
Pánico: De música de aquí tuve un periodo en el que estuve escuchando mucha música nacional y pues escuchaba Benitez y Valencia, Carlota Jaramillo, no tanto Julio Jaramillo, pero si recopilaciones de Sanjuanitos, albazos, toda la música tradicional de los andes, y de ahí a nivel latinoamericano igual me influencia un montón Víctor Jara, Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, todos estos cantautores.
Adrián: Chance vieja escuela…
Pánico: Sí, creo que esas son las influencias que más me motivan para ser músico, como mis referentes, porque de ahí ya en lo sonoro ya tengo un montón de influencias que ya son nada que ver, como…de ley Mac DeMarco fue en algún punto una influencia para mí también. También por esto de poder grabar caseramente desde la casa, ahora hay un montón de gente que está sacando discos así, que son básicamente producciones caseras, sin estudio.
Adrián: Una vez hablaba con Alex Eugenio, ¿si le cachas?
Pánico: Sí, si.
Adrián: Estábamos escuchando una canción de Pánico que no era tan “acústica”, y dijo “esto no es Pánico”. Y como que sí, ¿no? Algunas cosas no son Pánico.
Pánico: O sea, eso pasa cuando ya tienes un nombre y la gente te empieza a reconocer por algo, yo tengo en el bandcamp unos discos que he subido, todos subo bajo el nombre de Pánico, y tengo algunas cosas que no suenan para nada a mis cosas acústicas, que son cosas hechas completamente en computadora, con samples y sintetizadores, y esos no son los discos que la gente escucha, pocos las conocen, y tampoco son las canciones que quieren escuchar cuando voy a tocar en un concierto, pero eso por mí está bien, yo simplemente quiero experimentar full y no quedarme sólo en lo que se ha vuelto más popular de mis canciones, que es lo más acústico, como baladas o cosas más andinas, entonces, no me hago lío, básicamente voy a seguir subiendo lo que me de la gana como Pánico (se ríe).
Adrián: Pedro Bonfim lanza este comentario: ‘(Pánico) Es lo mejor que ha habido en los últimos 30 años por lo menos. Y estoy hablando a nivel regional. Y debería a hablar a nivel mundial porque en serio es así de bueno’.
Pánico: El Pedro es lo máximo.
Adrián: ¿Eres consciente del éxito que tienes?
Pánico: Yo creo que sí, creo que es un éxito chiquito, pero me gusta, o sea, creo que es un proyecto musical no como para que se vuelva así mundialmente popular o para llenar estadios. Es música súper de bajo perfil, suave, para escuchar solo, en tu cuarto, más introspectiva y hay mucha gente que aprecia eso y mucha gente que sé que le ha llegado, me han escrito o me comentan en los conciertos, me hace bastante feliz saber que ha sabido conectar con gente.

Adrián: ¿Todo lo que vives con Pánico te ha llevado a una paz contigo mismo?
Pánico: Eh…no sé si una paz conmigo mismo, pero ha sido un viaje súper lindo, súper bello en aprendizaje. Tocar con la banda fue una parte hermosa del proyecto porque fue poder llevar la música a otras ciudades, compartirla con más gente y compartir con la banda, porque o sea, para mí, gran parte de lo que me mantiene haciendo música es que la música puede conectar tanto con la gente, de maneras que es mucho más difícil que con otras artes porque toma más tiempo, en cambio con la música es medio inmediato, puedes sólo presentarte y es una cosa ahí, que la vives directo.
Adrián: La primera vez que escuchas ‘Amor Fati’ sientes muchas ganas de enamorarte y te lo han dicho, llega un momento para el artista que se acostumbra a que le agradezcan y se sinceren con él, ¿cómo reaccionas a que alguien se exteriorice contigo o ya te acostumbraste a eso?
Pánico: Siento que depende, porque puede haber gente que te lo diga no tan sinceramente y también uno, cuando te dicen lo de la música, no te lo quieres creer y es un poco difícil a veces aceptar los cumplidos o comentarios positivos sobre tu música, pero por lo general me hace muy feliz cuando escucho que gente me dice que la música le ha impactado, siempre, siempre me alegra. Y en los conciertos cuando después del toque se acercan a hablarme, siempre me sorprende y me hace sentir bien, hace sentir que lo que hago tiene algún sentido.
Adrián: Algo que también crea este aire de pertenencia es ver cómo incluyes estos momentos de historia ecuatoriana en tus canciones, háblame de eso.
Pánico: Creo que es parte de mi búsqueda como músico, es algo que no quiero dejar de hacer, es algo que me gustaría hacer más, porque creo que es súper importante que tengamos presente nuestra historia, reflexionemos y hacerlo a través de la música es difícil, porque si no lo haces bien mejor no lo hagas, puede salir muy feo, puede sonar como proselitismo. Creo que la política es uno de mis intereses más fuertes, no lo noto tan presente dentro de mi música. Hay cosas como que…’Ausente’ es súper obvio porque tiene este sample que está ahí, porque también fue una especie de experimento, porque no fue como que haya vuelto a hacer música así, con referentes tan fuertes. Básicamente es como coger influencias a tu alrededor, tratar de transformarlas y mostrarles a la gente.
Adrián: ¿Quieres ser político?
Pánico: No jaja, dije que la política es de las cosas que más me interesan.
Adrián: ¿Y si te dicen: ‘haz política’, la harías?
Pánico: Es que hay muchas formas de hacer política. ¿En el sentido más tradicional de ser político? No. Porque no tengo las cualidades específicas para serlo, como ser un buen orador, saber cómo hablar con la gente y yo no tengo eso, para nada. Entonces no sería de esos políticos, pero si organizas como a la gente dentro de tu gremio para estar con una posición política frente a ciertos eventos, eso ya es como una política más comunitaria, más personal y eso es como todo el mundo puede hacerlo. Entonces sí.
Adrián: Mi idea de Pánico es que es una persona muy melancólica, ¿qué tiene que ver esta idea, tal vez errada, con un Sebastián de un lunes a las 8:00 am?
Pánico: Creo que mi personalidad si es melancólica, definitivamente, pero no es nada depresiva. Tal vez alguien podría hacerse esa imagen. En realidad mi vida es súper estable, súper tranquila.
Adrián: ¿Y eso debido a qué?
Pánico: No sé…
Adrián: Ya tienes 28, en 12 años ya 40…
Pánico: Focazo, jaja.
Adrián: Tienes dos facetas en tu vida, ilustrador y música, ¿qué más vas a hacer luego?
Pánico: Eso básicamente, a parte, la ilustración y animación es lo que me da trabajo. La música lo hago por amor, porque la música no me da ningún centavo. Así es la situación con la música.
Adrián: ¿En otro país la situación sería diferente?
Pánico: No realmente, creo que podría hacer aquí que mi música dé dinero, si aplicara a los fondos concursables de gobierno, si me pusiera más pilas o buscar auspicios, pero no quiero buscar auspicios. Yo ahora estoy bien, haciéndolo como algo sin presiones.
Adrián: Para ir terminando, ¿cómo describirías un show tuyo?
Pánico: Poco profesional y honesto.
Adrián: Entonces, nada, ¿no te veremos mucho en los medios?
Pánico: Eh…no. Me coge por periodos, a veces como que me pongo a dibujar bastante y subo las cosas. Pero a veces realmente no tengo nada que compartir y nada. No me gusta el énfasis que hay con las redes pero no soy reacio, es una realidad, hay que aceptarla, o sea los medios están aquí; sinceramente no me gusta, si tuviera que no tener que preocuparme por los medios, no lo haría. Lo que no me gusta es esa presión de ‘tienes que postear algo porque no has posteado algo en una semana y tienes que mantener a la gente informada y ganar seguidores para que la banda crezca’ eso es lo que no me gusta.
La entrevista dura media hora, le sigue una visita a su terraza y a su habitación, donde pega afiches con sus ilustraciones y en una esquina reposa una guitarra que está desafinada. Termina con ‘El Idiota’, con esa misma guitarra, a petición personal. Lo último es un minuto de charla en la puerta de su casa, revelándole que está muy infravalorado.
Escucha a Pánico aquí.