Así es el sad punk de la Margarita Siempre Viva

Adueñados de la cima alternativa en Colombia, Margarita Siempre Viva, que etimológicamente cree y descree en la mortalidad, pasó de soñar en Bello (Medellín) a quedarse sin flores para entregar en el Estéreo Picnic del 2019, siendo el pretexto completo para deprimirse las noches de fin de semana.

En silencio, con un álbum lanzado al grito de “lancémoslo, a ver qué pasa” y otro más, un mes después del primero, los medellinenses pasaron, desde el 2017, del shoegaze al dream pop, cavando su propia música hasta mezclarlo con el sad punk en 2019. Llevándose a Medellín en sus espaldas, superando la escena sin querer, porque, como cuentan: “nosotros sin querer cuando iniciamos la banda, empezamos a construir una escena”.

Margarita Siempre Viva. Archivo de la banda.

Basados en la armonía del DIY (Do it Yourself): No hay expectativas pero sorpresas pueden sobrar. Los colombianos parecen entenderla cada vez más, al mismo tiempo que componen álbum x álbum, uno por año. Tienen al lo-fi como excusa para hablar sobre tristeza adolescente, que, extrañamente, en la voz de los vocalistas, duelen no el doble, sino el quíntuple.

Hoy ya llevan cuatro discos, inspirados en seguir viendo qué es lo que podría pasar.

Cristiano, Márgaro, Mora, Bicho y Bichito. (en desorden). Archivo de la banda.

Cristiano, vocalista de la Margarita, habló con Indie Criollo sobre el poder de la tristeza adolescente, su subida agresiva en la escena alternativa colombiana y por supuesto, su ritual de entrega de flores antes de cada concierto.

“Por lo general cuando nos llegan las letras son como si nos tocara la musa”, resuelve Cristiano, al preguntarle sobre el poco uso de letras en sus canciones. ”Las terminamos de corrido”, confiesa, junto a una explicación romántica y matemática, porque cuenta que dentro del grupo existe un método de creación establecido, en el que corrige las anotaciones sobre la tristeza, pues dice que las letras no tienen sólo que ver con ella “sino con el hecho de poder transmitir algo por medio del arte”.

Quiero que vengas a despertarme 
pero no me levantes 
acuéstate acá 
dejémonos de añorar tanto / quédate siempre acá 

quiero perdurar acá acostado 
unos mil años con vos

Letra completa de ‘Los días apacibles’

Su Facebook los vuelve indescifrables, su info de fanpage reza que: “Margarita es el anhelo y al mismo tiempo lo sublime que corrompe. Como lo que está y a la vez se desaparece. A puro engaño. Como su música, que cuenta cosas básicas de la vida adolescente con el tino adecuado para no sonar corrientes o melodramáticos, a la vez, sin trascender, dándole la oportunidad de contextualizar las letras a quien escucha con sus propias vidas.

Cristiano se permite justificar esta elegancia poética diciendo que “intentamos crear cosas que sentimos y que al sentirlo y expresarlos nos gusta. Y cuando nosotros sentimos algo por lo que también hacemos es donde se crea este fenómeno”. También hay algo muy lógico en todo esto, tiene que ver con que somos unos jóvenes viviendo esos problemas, dice.

Cristiano, quien nos dice que la tristeza es poco de lo tanto que canta la Margarita. Archivo de la banda.

La Margarita no sería tan rebuscada si no fuera por su estilo. Está dicho que su evolución musical les ha dejado el campo abierto para cambiarse de imagen cuando les pinte en gana. Sus discos hacen ello, revelan un significado oculto, desde la portada a la ortografía en el título de sus canciones.

Por ejemplo, Cristiano cuenta que en Primavera Febril (2018), la señora que posa en la portada era la abuela de Márgaro. La primera idea fue buscar una mujer mayor llamada Margarita, pero el plan no pudo cumplirse. Márgaro propuso a su abuela, aprovechando la primavera en Medellín, que para la banda, ese año fue febril. Acotando a esto, la estética ortográfica de este disco, que titula a sus tres canciones con dos puntos “(:)”, significa que cada canción tiene un quiebre dentro de sí misma, así que estás escuchando dos canciones en una.

Para la portada de Habitación de Flagelos en C (2017), la historia es de tinte aleatorio. Lo que iba siendo una idea de una pared solitaria, terminó en el equilibrio adecuado de un auto, una niña en forma de 4 y una margarita capturada en lo que antes había sido el estacionamiento mural de un afiche político.

Cristiano: “Tenía el recuerdo de un muro de color diferente. Cuando lo vi de nuevo estaba pintado de gris y había un panfleto político pegado en él. Qué pasa, que se cae el panfleto y deja un rectángulo perfecto en la pared con los colores originales de la pared. Ahí plasmamos la margarita con stencil. Cuando fuimos a tomar la foto un domingo, muy loco, resulta que había un carro atravesado en el plano y Mateo (Márgaro) le dijo a una nena que vivía al frente si quiere aparecer en la foto y dijo: ‘de una’. Pedimos permiso a los padres y tomamos la foto. La portada se convirtió en algo muy icónico porque representa lo tangible, como el muro, que nunca se va a mover y lo inesperado, que es lo que encontramos sin buscar. Ahí se creó algo bonito. En Bello unos panas ayudaron para la portada rosa”.

En base al anhelo y lo que corrompe, al orden y desorden, la banda se ha encontrado con el azar y el poder de no involucionar, acerca de este disco, saben que fue el arranque perfecto, aunque no fue el primero, “ese disco marca la evolución y nuestros límites, que no serían ninguno gracias a él”, concluye Cristiano.

Finalmente, hablamos sobre lo que nos cautiva desde un inicio cuando los conocemos: su cercanía al público, casi que intimidad. Antes de cada concierto la banda se pasea por donde salta y corea el público. No van solos, se acompañan de margaritas y van entregándolas a quienes fueron. “El concepto es una idea que agradecimiento. Lo que dijimos es: ‘nosotros también hemos sido parte de la audiencia, hemos visto grandes bandas y hemos querido que esos artistas nos sientan de alguna manera’. Si queremos crear algo bonito que sea por quien nos apoya. Entregamos flores como agradecimiento para gente por estar ahí. Al final la música es para la audiencia”, cuenta Cristiano sobre el suceso pre-show.

Margarita Siempre Viva en el FEP 2019. Foto: Festival Estéreo Picnic.

En base a su participación en el Festival Estéreo Picnic de este año, nace la duda de si les alcanzaron las flores para el lleno de su audiencia. No les alcanzó, pero rescatan que “a la gente que entregamos se sentía feliz. Decían: ‘Mira que chimba, una margarita, que moral’

Sueñan algún día “entregar las margaritas, no sé…con cañones, así que podamos entregar a mucha gente. Pero por ahora somos nosotros quienes las entregan en conciertos y festivales”.

Recordando, zafándose de estereotipos de si hay un tipo de rock específico por ciudad, los de Medellín probaron en Bogotá para juntarse como banda que ha logrado sonar hasta en los recónditos paisajes de sus fronteras. En base a tristezas, certezas adolescentes o experiencias con drogas, la Margarita Siempre Viva muere y vive en cada álbum, pasando del acoustic pleasure al cabeceo sudoríparo, cavando su propia música no en géneros, sino en la incesante batalla por hacer música que duela, se sienta y siempre viva.

Escucha a Margarita Siempre Viva acá.