El ‘buentripeo apocalíptico’ será la apuesta de La Máquina Camaleón en ‘Azul’

La Máquina Camaleón

Barre con un recogedor sin mango superior y se echa en cuclillas para dejar limpio su estudio acompañado de una escoba con mango. Está terminando Azul, dejando las cosas en orden, sin presión, acabando la trilogía de la máquina, que, en la cabeza de Felipe Le, se ha convertido en Camaleón.

“Me gusta que a alguien le encante y otros odien”, dice Felipe, cuando le pregunto sobre la reacción que espera del tercer disco de la banda, mientras saca pedazos de silicona a un aislador de espuma de látex, “porque significa que al menos es una propuesta fuerte y no algo para todos”, concluye, con la basura de silicona a un lado. 

Felipe, dentro de su estudio, ordenando el campo. Foto: Adrián Gusqui.

Azul se ha convertido en un disco mítico, visto en la mente de pocos -o de nadie-. Desde el 2017, año en el que oficialmente La Máquina Camaleón lanzó el álbum ‘Amarilla’, la banda quiteña, que ahora goza de nueva alineación, ha reservado silencio sobre el nuevo disco, que fue visto oficialmente por única vez en enero del 2018, con el single ‘Sal’. 

Felipe, frontman de la banda, nos habla sobre la nueva era del camaleón hecho máquina: la banda Æzul, las canciones dentro del disco y el inevitable regreso a los escenarios.

La banda Æ

“Esta banda quiero que sea para qué dure más”, comenta Lizarzaburu, después de explicarme que terminar la banda amarilla fue como “terminar con tres novias”. Cuenta que las cosas terminaron bien con Mateo, Martín Flies y el ‘Techo’, llegando al fin de Amarilla, luego que, según Felipe, los ánimos vayan decayendo desde inicios del 2019. Ahora, en plan camaleón, la banda se regeneró a excepción de Rodrigo Capello, que se vuelve cancionista en Azul y ‘Centro’ (nombre tentativo) será su canción estreno dentro del grupo.

(izq a der) Paola Navarrete, Ernesto Karolys, Felipe, Fer Procel y Rodrigo Capello: banda Azul. Cortesía de la banda.

La alineación sigue con Fernando Procel, quien también toca en Da Pawn, además, fue parte de la banda Roja desde 2012. Felipe lo escoge porque “no hay otro igual a él y ha sido su pana toda la vida”, o sea, desde los 17. Le sigue Ernesto Karolys ‘el Ruso’, quien fue baterista de Cruks en Karnak y el desaparecido Biorn Borg. Añadiendo a esto, Felipe hace énfasis en que su presencia era importante porque el disco tiene harto drum machine y necesitaba alguien bien ‘maquinita’ como él. Este nuevo grupo lo cierra una sorpresa que ni Felipe tenía bajo la manga: Paola Navarrete; quien se junta a los teclados de la banda, generando una Máquina Camaleón a dos teclados, prescindiendo de las dos guitarras que en la banda ‘Amarilla’ Rodrigo y Mateo complementaban.

Respecto al ingreso de Paola, Felipe resume la historia en que la primera idea era Felipe Andino (teclados en Da Pawn) pero lo preferían como sonidista. Así que entró Paola, quien desde hace rato viene incluyendo teclados en su música y ha sido un personaje recurrente en la banda con featurings. Felipe también piensa que ella es importante porque en su proyecto la inserción de teclados se ha vuelto muy característica, sólo es cuestión de escuchar Verde Fugaz, el último disco de la guayaquileña, residente en Quito.

Respecto a un choque –supuesto- de shows entre Paola y La Máquina Camaleón, Felipe reconoce que puede pasar, y aunque no desea que pase, porque quiere que esta banda sea constante al 100%, admite que si pasa, alguno tendrá que cancelar su tocada. La motivación, rescata ‘el camaleón’, es que “se sienta que es una banda”, que se sienta el cambio de época, sonido y no tenga suplentes.

La Máquina Camaleón. Cortesía de la banda.

Los delfines dominarán el mundo

Cuadro de un delfín que Felipe tiene colgado en su estudio.

Respecto a Azul, la historia está salida de un mundo marítimo-pseudo apocalíptico en la imaginación de la banda, en que los delfines pueden votar y Bolivia al fin tiene mar. Será el último disco con concepto de La Máquina Camaleón. Felipe admite que “está harto de lo conceptual”; “Después de esto ya no habrá colores. Álbumes sí, pero colores no. La Máquina Camaleón puede sacar discos llamados ‘Avión’ o ‘Aeropuerto’”, sentencia.

El disco pertenece a un nuevo mundo. Azul está dedicado al mar y el concepto del disco será la historia del planeta “tierra” visto desde el futuro y como el agua ha cubierto gran parte del mundo debido al desleimiento de los glaciares. Ahí la razón por la que una de las canciones será inspirado en una playa futurista ubicada en Bolivia. La razón para este menjurje narrativo dentro del disco existe:

Felipe: “Es sobre un futuro en el que todo se va a la verga. Pero se puede chilear en el futuro. Es como para hacer conciencia ambiental pero no de una forma tan trágica. Todas son canciones buentripeadas dentro de todo”. 

-El disco es, entonces: futurista, marítimo, ecologista y romántico-, le digo. Duda en lo romántico, aunque sí dice que habrá una balada, porque le encantan. Existe la duda sobre Illa, ¿irá en el disco? La respuesta es NO. Pero una canción, titulada ‘P3l1ql45’, será la balada power del disco y en sus palabras: «le va a hacer verga (a Illa)«.

Felipe, durante la entrevista, calibrando volúmenes. Foto: Adrián Gusqui.

El vocalista también reconoce que el pogo en este disco será raro. “Si quieren pogear, pogeen”, dice. Deja en claro que no hay un ‘Motora 2’ pero si algunas canciones parecidas a ‘Shiva’. La cuestión de Azul es que se ha vuelto un trabajo conceptual en todo este tiempo que Felipe se ha dado para mejorar y transformar sus propios sonidos. Incluso, me muestra el título de una canción escrita en una pizarra que hemos visto oculta en el más allá de YouTube: ‘Tirémonos al mar’, que posiblemente entre al disco. La composición de las canciones no fue en el transcurso del fin de Amarilla y el inicio de Azul. Él recuerda que todo viene desde épocas de Amarilla, el Lollapalooza o antes de Roja. Además, el disco podría variar entre 14, 15 o 10 canciones, que incluyen títulos tentativos y otros confirmados como: ‘Bonanza’, ‘Marcelona’, ‘Estados’, ‘Helado Hot’, ‘Centro’, ‘Estero’ y ‘Delafuente’.

Posible tracklist de ‘Azul‘ escrito en el pizarrón del estudio de Felipe.

Otro factor a tomar muy en cuenta es el sonido, que cambiará, y mucho. Afinado en su gusto por descubrir más géneros, Felipe dice que: “en este disco hay tantas transformaciones. Pero no hay referencias taaaan claras. Acá las canciones son producidas con más inclinación al hip hop. Porque con esa drum machine hicieron el hip-hop denso. El hip hop es full libertad. Te puedes robar un beat, full cosas”. 

Azul estaría en etapas finales, pero inacabado todavía. ‘Wipipe’, como le llaman por ahí sus allegados más cercanos, confirma que casi todas las canciones están en el 80% pero nada está terminado aún. A pesar de esto, que suena a mala noticia (pero no lo es), antes del álbum saldrán de cuatro a cinco singles, durante cada mes que se viene, empezando con este, agosto, y la canción ‘Sólo sol veo’. Luego, en septiembre se lanza ‘’, que es la canción de Paola Navarrete dentro del grupo. Y así, con singles aún no confirmados hasta que salga el álbum completo, que NO TIENE FECHA. Pero en la fe de Felipe, la fecha “aproximada” sería enero del 2020. Que suena a mucho tiempo, pero él dice que “nunca ha trabajado en algo tanto como ahora.”

‘Azul’ hablará sobre fiestas submarinas y ciudades ahogadas. Foto: Adrián Gusqui.

“El público va creciendo. A la final hago el disco con lo que me emociona. Nunca me he quedado en un género. Voy haciendo cosas más de lo que yo soy. Y por eso la expectativa es propia hasta donde me puedo exigir. Y obviamente la dopamina de la gente al escuchar”, me responde, hablando sobre lo que esperan todos de La Máquina Camaleón. Dice también que el primer single será el que ubique a la gente en el trip del disco.

Terminamos la entrevista hablando sobre el Kamasutra y si lo ha leído. Que sí, dice, pero que no es bueno, en partes es machista, termina diciéndome, mientras también le pregunto sobre el huevo de Roja, que aparece como reliquia en un estante de su estudio. “Es como el quinto huevo”, resuelve. Me hace pensar en que todo cambia y nadie se da cuenta, o que muchos se esconden y no sabemos.

Como el camaleón y el cambio climático, los últimos timones de Azul.

Foto: Adrián Gusqui.

Escucha a La Máquina Camaleón acá.