Veinticinco minutos, sí, así mismo. Lo justo y necesario que ha creído 3vol (léase ‘trébol’) en cuanto a tiempo de duración para su tercer disco: Vol 3.
Quiteñísimo y con aura de noches extrañas, la banda de rock ha estrenado un griterío bien armado. El álbum no habla mucho sobre la existencia metafísica de la cucaracha, habla sobre la crudeza estática del humano moderno. Desde el mundo del iPhone hasta el calor corpóreo dentro de un Colón Camal, haciendo una parada con una buena -y elegante- puteada a la Policía Nacional.
El disco inicia con una paz jazzera, fina y tranquilizadora. Como diciéndote -sin decirlo-: “te necesitamos estable para lo que viene”. Así es ‘Tres’, un prólogo que no es nada de lo que viene después, que, agárrate, vas a encontrar himnos.
‘En qué bus vas vos ve’ es la frase del pueblo. La canción está para escucharla los lunes a las 05:00 am. Tiene una onda parecida a la Rocola Bacalao, pero Quito es, a veces, fácil de parecerse. Sin embargo, la letra de la canción está bien descrita. Los personajes existen, sabemos que lo hacen y por último te provoca un orgullo anti-soy-chiro y te pones sentimental.
Luego viene ‘Carelibro’. La canción del Facebook, Instagram, Twitter y cualquier red social. Es una canción poli dedicación. Para cualquier app. Queja de un rockero que ve en esas redes el alejamiento de nuestros ojos sobre la verdad. Es, a comparación de otras, una canción más suave. Se siente más simbólica, como para reflexionar antes que explotar con ella. Arde el funk y los pies para saltar.
‘Porno Betamax’ abre la llaga. Acudiendo al Betamax como excusa para explotar musicalmente. Darse un puente musical para que nos acostumbremos al final del disco. Porque sí, ya se acaba.
‘Chapa’, personalmente, es la mejor canción de este disco. A apuesta de opiniones al aire, digo que este es un “Aguanta” de Sal y Mileto. Y no es una comparación. Están al mismo nivel. Es la protesta más fina al ser más inmundo de nuestra sociedad. A ese que le tenemos miedo aunque deba protegernos. Sin duda, esta va a ser himno. La tocaron en Saca el Diablo y aunque sea tu primera vez con 3vol la cantas, porque además es pegajosa.
‘No me hagan cabrear’ sigue la línea de ‘Chapa’. Lo bacán de este disco es que parece estar en un hilo, que va deshaciéndose por el peso según avanza. Aquí hablan de que siempre hay un bobo o mucho bobotes que hacen cagadas y hacen enojar a los demás. Y esos demás no quieren cabrearse porque ya saben que puede pasar.
Finalizamos con ‘Historia de Una Velada a Media Luz’. La canción recoge las armonías de todas las canciones del disco. Su inicio tiene el ánima de ‘Tres’, el desarrollo es una mezcla variada de ‘Chapa’ y ‘Porno Betamax’, intercalando el factor pegadizo del funk con las resonancias elegantes de jazz, que el baterista incluye siempre en los momentos más silenciosos de las canciones. La potencia no baja, sigue la media de todo el disco, que es alta y no envidia a nadie.
3vol tiene diez años en las canchas, aunque el team parece recién salido del cuarto semestre de alguna universidad.
Es una banda que si no está en el show anda en un pogo. Como otros fans. El disco está, fuera de reseñas, para cuadrarse unos buenos pogos de 3 cabezas. Injuriar a los deshonestos y desinstalar Facebook ese rato.
Escucha Vol 3 acá: