El día que Da Culkin Clan regresó

Da Culkin Clan

Era 29 de mayo en el calendario del computador. Fue la noche de un miércoles. Ombligo semanal. Nada fuera de lo normal, no hubo conciertos ni lanzamientos de álbumes. La mar iba serena.

Indie Criollo tenía una entrevista con Leo Espinoza guardada en los anaqueles de Windows 7. Ese mismo sistema operativo que nos obligaba a reiniciar Adobe Premiere cada cuánto le daba la gana. De entre esas pérdidas estaba la entrevista en la que Leo, con cierta negación, negociaba un regreso utópico de Da Culkin Clan.

Esa banda que hacía música por deporte y todo les salía bien. Pablo Jerónimo, ahora en Chile, se le había juntado en ese camino pseudo meme, pseudo Death Grips, con videoclips en El Cajas o en el patio de algún amigo.

Encontramos la entrevista y la publicamos. Llena de clickbait. En ella, Espinoza decía que: “Da Culkin Clan nunca se había separado”. Seguían juntos, porque los tres: Leo, Pablo y Chris Diaz seguían siendo amigos.

La entrevista llegó a la mente horrendamente diabólica de Pablo, ese ser que se escondía tras teclados, guitarras o claquetas en el silencio clásico de no ser un frontman. Lo retamos. No queríamos palabras, necesitabamos hechos. Sabíamos que el troleo estaba cerca. Te conocíamos, Jerónimo. No te hagas.

Da Culkin Clan abrió su cuenta de Instagram. Ya habían regresado. Indie Criollo hacía algo -al fin- por la música en este país de ‘cultos’.

Fue una dura pelea de agregar historias en las cuentas de todos. Pablo decía que hasta un disco sacarían. Leo insistió en que la idea era clara y veían un futuro juntos.

La novela estaba escribiéndose.

Pablo confirmó disco y Leo le secundó. Fue cuando empezaron las peleas. Los desencantos y las diatribas. Leo quería un estilo y Pablo se negaba. Recordaron viejos problemas y el reencuentro iba de más a menos; Leo acudía al romance de lo real mientras Jerónimo proponía la pasión de lo experimental.

Instagram estaba en llamas. Da Culkin Clan volvía y no volvía. Pero al fin, Pablo acabó con el sueño. Quien le había dado génesis a la idea fue el mismo que se encargó de destruirla.

R.I.P / D.C.C” rezó la última historia de estos cuencanos, que no nos habían mentido, sólo nos dijeron una verdad a medias.

Así terminó Da Culkin Clan, otra vez; un miércoles 29 de mayo.  

Un día de culto para el troleo, los regresos y que seguramente se escapará de nuestra memoria.


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