Hoy, hace 41 años, que se nos fue Julio Alfredo Jaramillo Laurido. Vagó joven al templo de los muertos. A los 42 años. Durante las cuatro décadas que vivió, dejó en claro, en su presente y a las futuras generaciones, que es y será el artista más importante de la historia ecuatoriana.
“Se nos fue el zorzal, el lírico, el brava, el pinga de oro el cantante más pesado que ha tenido el Ecuador y el mundo, más claro ya…” (Fernando Artieda). Pero el motivo de las idas es su recuerdo y la bienvenida al resto de nuestros días.
Por eso, hoy te traemos 10 canciones de Julio Jaramillo que te harán llorar, o al menos, suavizar tu corazón.
Así que empecemos, alisten pañuelos:
1. Te esperaré
El amor, tan loable y pretencioso con lo incondicional. De eso hablamos en “Te esperaré”, del recuerdo sostenido en los corazones de una pareja que está alejada por las distancias. Físicas o intocables, se encuentran lejos, y lo único que puede hacer JJ es dedicarle un verso de esperanza a su amada: “en mi recuerdo grabado estará tu nombre”.
2. Quiero verte una vez más
Música del post-apocalipsis en el amor, cocinada con lágrimas y sazonada por la pura sangre de una relación que acabó. JJ repite “quiero verte una vez más” algunas veces, y “aunque me digas que todo ya terminó”, deseo nuevamente “extasiarme en el mirar de tus pupilas”.
Está tan triste que no puede recordar porque se fue su medio corazón. En resumen, es una canción construida para la verbena y el consumo obsesivo de pañuelos y fundas de basura.
3. Te odio y te quiero
Quiero quererte y odio odiarte. Te quiero y te odio, te odio y te quiero. Cliché o no, esta canción responde este trabalenguas.
4. No me toquen ese vals
La oda a la canción dedicada y que no puedes sacarte de la cabeza. Cuando todo se acabó y sólo quedan canciones, esta canción –valiendo la gran redundancia- no sólo canta el olvido de las letras regaladas, sino, el valor que se le da a algunos minutos por una persona que amas. En este caso, para Jaramillo, es un vals, pero a la hora de la dedicación se vale todo, desde Waldokinc hasta Foals.
5. Cuando llora mi guitarra
Julio compone esta canción para describir el poder de los instrumentos como reemplazo de la lírica. Aquí, su arma, es su guitarra, que suena como si recitara un amorfino. Sin embargo, la canción no viene a hablar de amor, sino de depresión post-relación. La letra reside en lo más doloroso de las despedidas de amantes y como uno de ellos no puede decirle más al otro que lo necesita nuevamente.
6. Reminiscencias
Esta no es tan triste, hasta puede ser escuchada para subirte el ánimo. “Reminiscencias” cuenta, como titula la canción, recuerdos. Son de una mujer en la mente de Jota Jota, que si bien no dice si la recuerda después de haberla conocido o estarla conociendo, es una canción obligada para quienes desean personificar a su novia o novio en alguna clase de arte.
7. No la llames
El “date cuenta amiga” del sorzal. Está para llorar porque siempre cuesta olvidar, o más claro, no perder la dignidad.
8. Tengo mil novias
Ajajá, si llegaste hasta acá es porque de ley estás bien triste. Pero tranquilo/a, acá te viene una canción que va a definir tu destino amoroso después de tanto sufrir. El “Tengo mil novias” es tu canción si eres un (o una) picaflor –dícese de alguien coqueto y que va de pareja en pareja-. Así que, aviéntese, que también puede que seas un don señor o una doña señora del buen don del amor.
9. Ódiame
Pero andar de picaflor si andas con pareja tiene sus consecuencias, peligronsón. Perder a tu amado/a te va a llevar a una crisis en la que vas a necesitar algunas canciones para superar tus engaños. “Ódiame” es un clásico ecuatoriano para cuando hablas de aquello que ya no se sostiene con amor. JJ dice que “tan sólo se odia lo querido”. Y pues…a ver, sí, tiene razón.
10. El aguacate
Dejamos un clásico (“Nuestro Juramento”) para terminar con otro, “El Aguacate”. Pasillo tradicional de aquel amor que necesita ser saciado por uno que necesita ser llenado. Aunque tenga una versión por cada ciudad ecuatoriana, ninguna se puede comparar con la original. Por eso, para cerrar esta lista, este broche de oro está para cualquiera, sólo nos queda disfrutar. Ah, y llorar.
Descubre a JJ en Spotify, aquí.